Casualidades
Por Luis Peralta
Va a ser que Madrid también es pequeña (yo diría pequeño, pero es una ciudad). Esta mañana, mientras venía leyendo mi libro de turno de camino al trabajo en el maravilloso metro he visto una bota. Más bien dos, enfundaban unas piernas bien largas de una chica sentada delante de mí. Poco a poco llego hasta la cara. Y, hostia, ¡Virginia! Pozi pozi, y no, no había reconocido las piernas a priori :P
Bien, pues hacía más de un año que no veía a Virginia, en Múnich, cuando dejó de venir a comer a la mensa con tol mundo por haber empezado el proyecto en Siemens. Para colmo, conocía a gente de la UJI (amistades del INSA de Lyon). Y ni ella ni yo somos de Madrid. Curioso cuanto menos.