De vuelta a casa...

Ya estoy en casita, después de unos cuantos meses fuera. La razón para venir más pronto de lo normal (el resto de mis compis vuelven la semana que viene) es, nada más y nada menos, que la eterna razón: exámenes. Sí, otra vez. Convocatoria extraordinaria de diciembre lo llaman, o convocatoria extraordinaria de supuesto fin de carrera. Por desgracia, no va a ser así.

Ya veremos cómo va, pero la única asignatura de la que tengo examen se va a quedar sin mi maravillosa prueba de conocimiento por escribir. No ha habido tiempo. Y las otras tres son de trabajito, pero tampoco veo las cosas muy claras (y eso que he currado como un loco las últimas dos semanas). Problemas de planificación lo llamo.

Pero la planificación no es la única causa y, creo, no la más importante, aunque puede que me lo diga para autoengañarme. Hoy no tengo ganas de contar la historia detrás detrás de la otra razón, tan sólo decir que me he sentido un poco engañado en lo que se refiere a lo que iba a ser mi estancia erasmus. Otro día contaré detalles.

Y, dejando los temas amargos de lado, decir que la vuelta no podía haber salido mejor: llegué justo a tiempo para no perderme la fiesta de Aditel, donde la barra libre de cerveza (cómo el software, sí) y el vernos todos las caras hacen de esa noche una de las más importantes del año. Y, además, contaba por mi parte con el factor sorpresa de que nadie sabía que iba a aparecer por ahí. Qué ganas de ver a los viejos amigos…

Snif, snif, si el año que viene no paro muy lejos, repetiremos ;)

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