La palabra del día
Por Luis Peralta
Una de las razones por las cuales es muy fácil perder el tiempo navegando por Internet es que mientras se intenta encontrar algo nos podemos topar con alguna que también nos interesa por el camino. Y así, continuamente. De hecho, fue lo que me pasó hace dos dias.
Esta vez estaba buscando la famosa guía de estilo de El País, que esperaba me solucionase ciertas dudas ortotipográficas (cuándo se deben de poner cursivas, negritas, entreguionado, apartados, …). Nunca me ha preocupado en exceso el tema, puesto que a la hora de redactar documentos serios utilizo LaTeX, que se ocupa de prácticamente todo eso y más. No es el caso en mi propio weblog, donde todo es más artesanal, y algún tipo de ayuda no vendría mal. Pues buscando la guía de estilo, que no encontré, me topé con una web curiosa: elcastellano, que se denomina a sí misma como La página del idioma español. Un servicio que me ha parecido útil y curioso (valga la redundancia) es La palabra del día, que se encarga de enviarnos por email una palabra de nuestro idioma con su significado, su origen y su historia.
Y todo ésto viene por mejorar un poco mi madera de escritor, si es que tengo algo de éso. Desde luego, hay weblogs redactados con una prosa (y a veces poesía) impecable. Eledhwen, yo quiero ser como tú. El no estar habituado a escribir, el no tener costumbre, poco a poco hace mella en la persona. O al menos en mí. Nunca es que haya tenido una especial habilidad a la hora de redactar, pero tampoco se me ha dado mal del todo. O, debería decir, no se me daba mal del todo. Porque ahora es peor aún. Ahora me falta habilidad, repito las partículas de conexión entre frases, dudo con la ortografía, … Vamos, un desastre que espero subsanar de alguna manera con mis pequeñas contribuciones sin razón de ser a mi bitácora sin sentido.