pepino, otro más
Por Luis Peralta
Desde hace algo menos de una semana, la familia de esos pequeños electrodomésticos que me son indispensables para disfrutar (léase ordenadores , que ya había alguna malpensando) ha sido incrementada. Ya hacía tiempo que llevaba dándole vueltas al tema de renovar mi pc del día a día. tristessa seguía dando lo suyo, a sus cinco añitos ya, pero a la hora de darle caña a algunas cosas… echaba de menos un poco menos de calor y más velocidad. Eso sí, como portátil, no creía que fuera a encontrar nada mejor (recordemos 1,8Kg hace 5 años era un prodigio), así que he acabado comprándome un pc de escritorio, de esos de toda la vida.
Los de ActualWeb se lo curraron con el precio así que ahora tengo un Fujitsu Siemens Esprimo 3510 con un Core 2 Quad, 4GB de RAM y 500GB de disco. Para jugar mejor. Y como además estaba de moda eso de la doble pantalla por eso de que se trabaja mejor (eso para por usar eclipses y estas cosas, en modo texto y 14 pulgadas íbamos que nos sobraba), pues me he puesto dos: una a la izquierda y otra a la derecha. Y en apaisado. 22" cada una. Todavía no he acabado de empezar a aprovechar del todo el asunto para cosas útiles, pero me voy poniendo un fondo de escritorio morado en cada una de ellas de forma alterna, en sesiones de 5 minutos, por eso de mantener el moreno del verano.
De instalaciones de linux y demás, mejor no hablar. En tiempos tenía sentido explicar cómo configurar la gráfica, la tarjeta de red, … Pero hoy en día es siguiente siguiente aceptar. Ha funcionado todo a la primera, al menos con una hardy y en aproximadamente una hora. El vista se lo he dejado, aunque si se porta mal lo degradaré a XP, que por 3€ me daban la opción de canear a lo último del maligno (por cierto, que tenemos reunión con ellos mañana). Oye, y qué gusto cambiar de pestaña en el Firefox y responda al momento. Lanzar el eclipse y que te asuste la desgraciada de la ventana al arrancar, porque antes era cosa de leerse un trozo de quijote con mucha calma.
La pregunta del millón, sin embargo, es… ¿pepino? ¿Por qué pepino? … Pues porque va… ¡como un pepino!