Ópera
Por Luis Peralta
Ayer, por primera vez en mi vida, fui a una ópera. Para colmo, además, en alemán, con lo que me enteré de muy pero que muy poco.
Recuerdo que, de pequeño, odiaba a más no poder la ópera. Me parecía realmente algo insoportable. Y, fíjate, ayer fui por mi propio pie y me gustó. A pesar de no enterarme de nada. Gracias a la gente con la que fui (Raquel, Pilar, Dani, Óscar) conseguí seguir un poco el hilo de La traviata de Giuseppe Verdi. Sigo pensando que no me tragaría una en la tele (ese instrumento que hace meses que no veo).
Y todo esto pasó mientras los golfos de la gente con la que voy (Javi, Teresa, Alicia, Dani, Ana, Mamen, …) iban camino de Praga a pasar el fin de semana. Y yo aquí, supuestamente estudiando…