Prueba superada
Por Luis Peralta
Como ya comenté hace un tiempo, este finde pasado volvía a Madrid a examinarme de idiomas para optar a una beca para irme al otro confín del mundo mundial. Los exámenes (6 en total, entre escritos y orales) no salieron mal del todo (inglés y francés bastante bien, alemán regular). Tiene más mérito aún (bueno, ya veremos el mérito real cuando salgan las notas) el haberlos hecho con un poco (!) de resaca (yo me lavé bien los dientes unas cuantas veces, para que en los orales no se me viese mucho el plumero). Yo no quería salir. No. Pero es que hay malos amigos por ahí, que te dicen que una copa más y ya te han convencido ;)
Sé que muchos os preguntareis de qué becas hablo y a dónde me voy a ir. Sobre lo primero, cuando acabe todo el proceso haré una miniguía que le podrá venir bien a los que vengan detrás y, sobre lo segundo, ojalá lo supiera. No tengo nada claro que me vaya a ir, teniendo en cuenta que dejaría un curro envidiable, pero por imposible en esta vida (y más hablando de mí, un inestable mental) no hay nada. Para irme aquí al lado (léase Europa central y sur) mejor no irme. Aunque si me dicen que me voy a Sidney, pues me harán dudar. Saltar con los canguros y trepar árboles con los koalas tiene que ser la monda.
Y el sábado por la noche casi que fue una vuelta a Múnich. Porque ahí estábamos Ramón, Dani y yo (a falta del mamoncete de Javo, que oposita el finde que viene). Y viendo algunas fotos de Javo me he encontrado esta pequeña joya de Ramón… Qué tiempos aquellos…