Punto y seguido...
Por Luis Peralta
De forma casi repentina me he plantado en casa. El agobio de los exámenes que tengo pendientes empezaba a reflotar viejos síntomas de insomnio. Así que aquí estoy, en Castellón, recién llegado, desorientado.
Pero no me volví sin una gran fiesta sorpresa, con toda la gente cercana. Y un par de detalles de lo más profundo. Ahora que lo sé, ya he dicho que me vuelvo a España cada dos meses. A todos aquellos que estuvisteis, gracias. La pena de que a uno le organicen este tipo de fiestas es que hay que ser engañado y a veces uno se mosquea. Luego te das cuenta de lo tonto que eres.
Proyecto fin de carrera inacabado, en fase de escritura. Tengo que volver a acabarlo, lo que significa una prolongación de mi estancia erasmus. No descuadra tantos planes, porque una vez acabada la carrera llega el punto de tener que decidir. Y decidir es difícil. Acertar en la decisión, más aún. Dicho de alguna manera, voy a tener que empezar a buscar trabajo.
Planes de humo, por ahora. Toca codos.