Ramonaaaaaa, te quieroooooooo
Por Luis Peralta
El pasado viernes (sí, últimamente vamos con retraso) se nos fue Ramón. Todos lo vamos a echar de menos, sobre todo por las veces que nos ha tirado una copa encima cuando iba de camino a estrellarse contra el suelo. Y es que el alcohol… moja.
La historia de Ramón en Múnich se remonta al 15 de noviembre del año pasado, cuando nos encontramos a un recién llegado, que venía a ver a su querida amiga Teresa. ¿Y qué más tenía que hacer durante dos meses el amigo? Nada. Si es que hay gente que se lo monta bien y gente que se lo monta aún mejor. Por si fuera poco, fue el único del grupito que se quedó aquí en Navidad, momento en el cual decidió nacionalizarse sudamericano (qué iba a hacer el pobre, entre tanta venezolana, colombiana, etc…).
Y para las memorias, otra de esas fotos que vale muchísimo más que mil palabras.