WTH: día 1
Por Luis Peralta
Y aquí estamos de nuevo dando forma a la crónica de la What The Hack!. La verdad es que no conecto tan a menudo como me gustaría, entre los problemas de batería de mi portátil (mira que es difícil encontrar momento mejor para estrenar batería y va y me la dejo) y que la WiFi aquí no acaba de ir muy fina los momentos de conexión están contados. Hoy, como ayer, dando parte desde uno de los bares. El de ayer era el What The Bar! y hoy no sé dónde estamos, pero tiene más pinta de carpa discotequilla, escuchando el YMCA…
Hoy ha sido el día de inauguración y ha estado genial. Entre genial y brutal, vamos. La primera charla, de bienvenida y presentación, donde hemos podido eschuchar a Emmanuel Goldstein (pero ojo, no el de la novela de Orwell) contándonos un montón de cosas de estos encuentros anteriores (Hacking at the End of the Universe, Galactic Hacker Party, HOPE, HIP, HAL, WTH). Por una razón u otra, esa primera charla me ha llegado. «En lo que llevamos de siglo 21 hemos perdido todas las batallas ganadas por la privacidad durante el siglo XX».
La segunda charla sobre tarjetas inteligentes. Bastante mal. Aburridilla y con un ritmo… vamos, de dormir. Y digo dormir porque me he dormido :P
La siguiente charla a la que hemos asistido (y digo hemos porque al final seremos como unos 25 españoles, aunque tampoco vamos en piña) ha sido de un tío que se había implantado sensores en el cuerpo para poder comunicarse con el ordenata. Vamos, un cyborg. El hombre en cuestión se llama Kevin Warwick.
Hemos podido probar la comida del lugar (después de un desayuno realmente desastroso: café tremendamente aguado y un Twix): una hamburguesa bastante comestible con patatas. La verdad es que no se están pasando nada con los precios, lo que se agradece.
Por la tarde ha caído una siesta de esas de verdad, porque yo no podía más con mi alma. Después de estar ayer hasta las tantas de la madrugá y de que hoy el mamón de luna me despertase a golpes me ha matado un poco. Por cierto, ya tenemos teléfonos DECT, así que podemos llamar al exterior, entre nosotros y recibir llamadas, tó gratis. Es flipante lo que consigue esta gente (más info aquí). Un despertar un poco chungo del calor que hacía… Que no se me olvide comentar el tiempo, que ha sido curioso: ha llovido a las 6 de la mañana a mares, pero de una violencia que me ha hecho dudar de que la tienda de camapaña fuese a aguantar mucho. Y durante el día de hoy, a eso de las 8 de la tarde nos ha caído otra igual.
Sigamos con las charlas. Por la tarde hemos tenido taller de lockpicking, o dicho de otra manera: jugar con las ganzuas. Ha estado realmente entretenido el asunto, tanto que he acabado comprándome un juego de ganzuas semiprofesinal. Ya me dareis candados, que no se me dan mal del todo ;) Y después super taller de ingeniería inversa de tarjetas magnéticas. La tarde ha sido en lo técnico (nos ha faltado el climático) genial.
Saltando de tema… lo de las llamadas al exteriror es brutal. Yo he aprovechado para llamar a mi madre para decirle que seguía vivo, al curro a darles envidia y a la mujé. Y, por si fuera poco, además podemos recibir llamadas (aunque ahora no tengo mi número desde el exterior… ¿Aitziber?). Una caña.
Y, nada, después de cenar una especia de Kebab extraño hemos acabado con la gente de BSD, que tienen su propia zona con sus tiendas y su pesca, tomando una Gulden Draak (cerveza curiosamente fuerte).
A ver cómo acaba la noche ;)